Conoce todos los riesgos de comer mariscos crudos en temporada de calor

Cuando se trata de temporadas de calor seguramente se te antoja comer mariscos crudos, pero, aunque parezca que no representan un riesgo para nuestra salud, es todo lo contrario. Aquí te explicamos por qué.
Los moluscos crudos como las ostras filtran el agua de mar a través de su organismo para alimentarse y durante ese proceso pueden acumular bacterias y otros microorganismos que son perjudiciales.
Aunque los mariscos se someten a un proceso de limpieza, puede darse el caso de que alguno de los microbios del que es portador no se destruyan y te veas afectado por uno de ellos.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, uno de los más comunes es la bacteria Vibrio, que tiende a encontrarse en zonas costeras y está presente en concentraciones mayores entre los meses de mayo y octubre, cuando la temperatura del agua es más alta.
La diarrea y el vómito, son signos de alerta.
Ésta bacteria puede causar vibriosis, una infección que se desarrolla por comer mariscos crudos o pocos cocidos, principalmente ostras. Ésta provoca diarreas y vómitos como primeros síntomas.
Además, algunas especies de Vibrio pueden provocar infecciones en la piel cuando se tiene una herida abierta y se expone a agua salada, así lo indican los CDC.
Salmonela y otras infecciones.
"En verano es cuando más intoxicaciones se producen, precisamente por el calor. El agua de mar está caliente y eso propicia el desarrollo de bacterias", señala Lluis Riera Salla, un tecnólogo de alimentos a La Vanguardia.
Mayo Clinic describe a la salmonela como una enfermedad bacteriana frecuente que afecta el aparato intestinal, y generalmente las personas la contraen al consumir alimentos contaminados.
Normalmente es asintomática, pero puede manifestar diarrea, fiebre y calambres abdominales dentro de las ocho a 72 horas tras la ingesta del producto dañado.
Sin embargo, pueden presentarse complicaciones que pongan en riesgo la vida si se propaga más allá de los intestinos.
Según un artículo publicado en South China Mourning Post, los mariscos crudos frescos y congelados pueden contener bacterias como la listeria o las lombrices intestinales.
El riesgo de infección por dichas lombrices es mayor en los peces de agua dulce, como el salmón.
Mientras tanto, Riera Salla recomienda que el marisco sea lo último que se compre cuando se va al supermercado "para evitar pasearlo demasiado y que le afecten los cambios de temperatura".
"El marisco hay que guardarlo y manipularlo completamente separado de otros alimentos, y dejarlo, nunca más de un día, limpio y cubierto con un paño húmedo en el refrigerador a no más de 5 grados de temperatura", finalizó.
Recuerda lavar bien tus manos antes y después de tocar estos productos.

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