Por Belly Molina
Montecristi, República Dominicana. Aunque esta provincia posee uno de los índices más bajo en pluviometría del país. Cuando suele llover, estas son recibidas como una bendición.
Sin embargo, esta bendición viene acompañada de una gran contaminación para el planeta. Ya que las arriadas de las cañadas viene acompañada de miles de plásticos de los distintos barrios de la ciudad.
A esto se suma el cargamento por toneladas de envases plásticos que trae el rio Yaque del Norte y todo eso va a parar al océano atlántico, por conducto contaminando nuestras playas.
Las imágenes son de una salina donde terminan los desechos de la cañada Tripa del Diablo.
Fuente: Edson Reinoso Noticias
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